La educación financiera es una herramienta que acerca a las personas hacia los productos financieros y riesgos asociados a estos, gracias a ella los consumidores pueden tomar decisiones eficientes sobre inversiones y ahorro. Esto último está muy conectado con el crecimiento económico, que se define como el aumento de indicadores que tengan que ver con los estándares de vida de un territorio, el más utilizado es el PIB per cápita; por lo que un aumento de la inversión eficiente significaría mayor empleo, y mejores ingresos, lo que aumentaría los estándares de vida y el PIB per cápita. Esto lleva a postular que una mejor educación financiera y un mayor desarrollo financiero disminuirían los costos de transacción de los consumidores e inversores, por lo que tendrían mejor acceso a inversiones eficientes.
Autor: José Ramirez

La OCDE define la educación financiera como “el proceso por el cual los consumidores/inversionistas financieros mejoran su comprensión de los productos financieros, los conceptos y los riesgos, y, a través de información, instrucción y/o el asesoramiento objetivo, desarrollan las habilidades y confianza para ser más ser más conscientes de los riesgos y oportunidades financieras, tomar decisiones informadas, saber dónde ir para obtener ayuda y ejercer cualquier acción eficaz para mejorar su bienestar económico”(OECD, 2005). Este proceso se puede dar en etapas tempranas de la educación, como por ejemplo en el colegio, o en etapas más adultas, como en la universidad, y es esencial para las economías modernas, debido a que, con el desarrollo vienen nuevas oportunidades financieras dadas por la mayor apertura de los mercados, la mayor entrada de divisas al país, oportunidades de inversión más variadas, etc. Es por esta razón que mientras a mayor temprana edad se comience con el proceso de aprendizaje, mejores oportunidades y mejores decisiones podrán tomar los adultos en un futuro que, con una economía globalizada, pasa a ser más incierto.

Estos procesos de aprendizaje se ven reflejado en el desarrollo financiero de un país, al producir información sobre mejores inversiones y distribución del capital, movilización de los ahorros y una facilitación del intercambio de bienes y servicios. El que las personas desarrollen esta información logra que las decisiones de ahorro e inversión tengan mejores expectativas hacia el futuro, pero aún no son decisiones eficientes, ya que es muy costoso y difícil prevenir y gestionar el riesgo, es por esto que se crean instituciones financieras que recopilan información sobre distintos portafolios para poder diversificar el riesgo. Estas instituciones financieras facilitan la distribución de recursos, transacciones, gestión del riesgo y la movilización de ahorros la producción de información sobre el mercado que de otra manera los ahorrantes individuales no tendrían la capacidad ni los recursos de producir, para que con esto se disminuyan los costos de transacción y se pueda escoger entre las opciones que representen mejor rentabilidad dado un riesgo, logrando que estas sean eficientes (Levine, 1996).

Para lograr que estas instituciones funcionen entregando estos beneficios y reducir los costos de transacción asociados a las inversiones ineficientes, las personas deben conocer como estas instituciones funcionan y cuáles son sus beneficios. En la última parte de la definición de la OCDE sobre educación financiera se expresa que esta también contempla el saber donde pedir ayuda, por lo que un entendimiento sobre estas instituciones y los costos de transacción desde una edad temprana ayudará a que las personas tomen decisiones que hagan crecer los estándares de vida. Cabe destacar, que un conocimiento sobre estas instituciones, también, refuerza el control sobre estas y aleja la posibilidad de repetir los errores de la crisis subprime de 2008, la que se generó por el actuar sin regulación de estas. Los países crecen, y buscan que sus economías también lo hagan, por lo que se genera la necesidad de que las personas sepan cómo manejar sus finanzas personales, y así poder disfrutar de los mercados financieros desarrollados (García et al., 2013), las instituciones pueden ayudar a que los ahorrantes individuales puedan tener acceso a inversiones eficientes y, así, lograr una mejor distribución de recursos y un crecimiento económico perdurable en el tiempo.

Referencias:
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 2005. Improving Financial Literacy: Analysis of Issues and Policies. OECD Publishing.
Doi: 10.1787/9789264012578-en

Levine, Ross, 1996. “Financial development and economic growth: views and agenda”, Policy Research Working Papers 1678, The World Bank

García, N., Grifoni, A., López, J. C., & Mejía, D. M., 2013. “La educación financiera en América Latina y el Caribe: Situación actual y perspectivas”, Seria Políticas Públicas y Transformación Productiva N.o 12. Banco de Desarrollo de América Latina CAF.