El concepto de educación financiera según la OCDE “Es el proceso por el cual los consumidores e inversionistas financieros mejoran su comprensión de los productos financieros, los conceptos y los riesgos para tomar decisiones informadas, saber a dónde ir para obtener ayuda y ejercer cualquier acción eficaz para mejorar su bienestar económico”.

Entendiendo la naturaleza del concepto, es importante destacar que cada día nos vemos enfrentados a decisiones financieras, tales como, la asignación de nuestros ingresos para el cumplimiento de nuestras obligaciones de servicios básicos, créditos hipotecarios, bancarios, de retail, cuentas médicas o de educación.

Dado lo anterior nuestro mapa del viaje personal respecto a nuestro ciclo de vida, involucra distintas decisiones y alternativas. A continuación mostramos un diagrama explicativo de la vida financiera personal.

En la etapa de formación o aprendizaje, es la etapa en la cual comenzamos a modelar nuestro comportamiento financiero del futuro. Iniciamos comprendiendo el valor del dinero en el tiempo y la necesidad de ahorro, adicionalmente el acercamiento a identificar y controlar los gastos es fundamental.

La segunda etapa es la de independencia financiera, identificada por conseguir los primeros ingresos por causa del trabajo propio o retribuciones de terceros permitiendo la posibilidad de iniciar nuestra acción de consumir y ahorrar activamente. Adicionalmente, en la presente etapa es posible iniciarnos en el proceso de bancarización (cuentas corrientes, cuentas vistas, adquirir créditos, inversiones, entre otros) o de retail (tarjetas de tiendas comerciales).

La tercera etapa es el crecimiento profesional, en el que se puede observar un incremento de los ingresos y de los gastos. Adicionalmente es posible ser identificado por la motivación por incrementar o consolidar el patrimonio familiar/personal: auto, casa, propiedades, entre otros. Respecto a los ahorros e inversiones, responden generalmente al objetivo de rentabilidad (generar beneficios) en el futuro.

La cuarta etapa es la estabilización, sobre los ingresos presentan tendencia a ser estables y los egresos debieran iniciar a disminuir. Se espera que en esta etapa el individuo tenga cubiertas las necesidades básicas y aquellos excedentes de sus ingresos sean utilizados para actividades de esparcimiento.

La quinta etapa es la libertad financiera, en esta etapa se presenta el resultado de un aprendizaje acumulado de todas las etapas anteriormente mencionadas. Se espera que el consumo dependa del ahorro e inversiones que mantenga en individuo o familia consolidados en las etapas anteriores. Sobre las inversiones comienzan a ser en su mayoría conservadoras intentando que la liquidez está garantizada, es decir, el efectivo esté disponible. El mapa de viaje para la libertad financiera es un proceso personal, por lo que la edad puede ser una referencia.

Dado esto lo importante es concentrar los esfuerzos de aprendizaje y puesta en práctica de lo aprendido en cada una de las etapas descritas. Los conocimientos deben ser adquiridos de fuentes formales, así evitando sesgos o malinterpretaciones de los conceptos técnicos en las decisiones personales.